viernes, 4 de julio de 2008

!!!!QUE ESTUPIDEZ!!!!

La gente suele decirle a sus padre que los aman. Pero en mis tierras no puedes amar a nadie más que a DIOS y a las apuestas, cualquier otra cosa es debilidad y nisiquiera tienes que pensarlo. En esta ciudad no puedes ser alguien de razon hasta que seas mayor y trabajes.
Quiero ser grande y vivir en la gran ciudad, donde la gente no tiene caries y puedes ser lo que desees y rien por que allá las desgracias no son nada. En la radio suena una pegajosa muy buena canción de Jhon Coltrane. Escuchandole decidí que no estudiría más y trabajarí para trriunfar en la gran ciudad.
Mi padre llegó borracho ese día y no me dió pie para contarselo. Llego muy alterado por que no vaciaron su bacinica y por eso le pegó a mi madre, y yo le defendí. Le dije que era un cerdo asqueroso y me dió una golpiza que me dejó acostado.
Esa noche esperé que mi madre me diera las buenas noches y las gracias por defenderla, pero nisiquera lo pensó y se fue a acostar con mi padre. Esa misma noche pesque mis cosas, el arma que esconde mi padre, un beso a mis hermanos y me largué.
Esa noche vagué por la ciudad. Mi ofuscación me llevó a no dudar en robar tiendas que estuviesen abiertas y también bares. Todo cubierto para no levantar sospechas, pero como todo principiante siempre algo tiene que salir mal. Un cantinero me arrebató el arma y me dió mi segunda paliza. Lo bueno es que pude robarle, lo malo es que tengo solo la mitad.
En la mañana llegué donde mi tía Margaret. Mi tía es algo rara por que siempre anda enojada, pero a la vez es muy generosa. Ese día no era la excepción, me retó y luego me dió comida.
Al día siguiente fuí a buscar trabajo y mi suerte me llevó al correo, donde estaban desesperados por contratar a alguien. Y ahí estaba yo.
Al otro día mi tía Margaret se levantó conmigo y dijo que me acompañaría al trabajo. En el camino mi tía me desvió y me dijo que no podía ir con esa facha a el trabajo. Así que entramos a un local en donde me vistió de planta a coronilla. Mis ojos sosollaron y no aguante en mostrar debilidad, le dí un beso a mi tía y me fuí al trabajo.
Trabajé insaciablemente, corrí con la bicicleta, dejé amablemente las cartas en todas las puertas. Madrugada a madrugada me empeñaba en mi trabajo y en dos semanas logré juntar entre propinas y la paga semanal mi plata para el gran viaje. Ese mismo día llegue a la agencía de viajes y solo tenian una salida en barco en tres días. Lo reservo.
Pequeña celebración, trotas, rizas de fanilia. La policia llegó justo el día antes de mi partida para encontrar al culpable de los robos de la ciudad. toda la población estaba pendiente, buscaban por todas partes, hasta que tocaron la puerta de mi hogar. Quedé en shock. No podía estar pasando esto justo ahora , pero si sucedía. Mi madre atendió la puerta y yo no me podía ni mover, pelos erizados, musculos tiezos.. Mi madre los hizo pasar, pero ella no pensaría que era yo el culpable. La policia entró con uno de los vendedores, era el que me apaleó, y me divizó. Imponente entró e la sala y justo cuando se avanlanzó hacia mi, me levanté, pero en la mitad de mi levantar tomandome del cuello me apresuró a la pared y sacó el arma de papá.
Yo tiritaba. Me dijo que abriera mi boca y colocó el arma. Los policias se inquetan, mi madre y hermanos desesperan. Casi llorando, muy asustado, me silencio. El me miró por unos segundos muy enojado y luego dijome: Te equivocaste de tipo. Un fuerte sonido y un dolor agudo de mi boca a la nuca fue lo último que me hizo tirar una lagrima por la estupidez que hizo que no llegara a la Gran Ciudad.